En el sector agrícola, las aplicaciones IoT facilitan las técnicas de cultivo recopilando datos en tiempo real sobre los niveles de humedad del suelo, las condiciones meteorológicas y la salud de los cultivos. Estos sensores, a menudo desplegados en grandes extensiones de terreno, proporcionan información muy valiosa para optimizar los programas de riego, aplicar fertilizantes de manera eficiente y mitigar las enfermedades de los cultivos.
Las soluciones IoT mejoran los esfuerzos de vigilancia medioambiental mediante la recopilación de datos sobre la calidad del aire y del agua, la biodiversidad y los cambios en el uso del suelo. Esta abundante información ayuda a los responsables de la toma de decisiones en la planificación urbana, la conservación y la gestión de recursos, permitiendo prácticas sostenibles e intervenciones políticas informadas cuando sea necesario.
Mediante el uso de la tierra IoT y la recopilación de datos, las industrias y los gobiernos por igual están equipados para tomar decisiones proactivas, mejorar la productividad, aumentar la eficiencia de las empresas y garantizar la administración responsable de nuestros recursos naturales.