A medida que el mundo está más conectado y depende más de la tecnología, el Internet de las cosas (IoT) se ha convertido en una potente herramienta para gestionar activos mediante la gestión remota de activos IoT. Los dispositivos IoT permiten a las empresas recopilar datos, supervisar el rendimiento y controlar los activos desde prácticamente cualquier lugar del mundo.
IoT revoluciona el funcionamiento de las empresas y les permite ser más eficientes y rentables. Para las empresas que operan en entornos remotos, aislados o difíciles, como las de los sectores marítimo, petrolero y gasístico, o minero, es esencial disponer de enlaces de comunicación fiables y seguros.
Sin una conexión sólida, la gestión remota de dispositivos IoT puede resultar extremadamente difícil, si no imposible. Aquí es donde entra en juego un proveedor de servicios de comunicaciones por satélite de confianza. La conectividad por satélite permite a las empresas gestionar sus activos IoT en tiempo real, incluso cuando se encuentran en zonas con conectividad terrestre limitada o inexistente.
Si forma parte de un sector para el que AST Networks proporciona servicios de satélite, entonces lo más probable es que se haya topado con la gestión de activos IoT en algún momento. Pero para aquellos lectores que no lo han hecho, por favor vea la visión general de IoT a continuación.
El Internet de las Cosas (IoT) se refiere a la creciente red de dispositivos físicos, vehículos, electrodomésticos y otros elementos con componentes electrónicos y software. Siempre que estos dispositivos puedan conectarse a una red o entre sí, entran en el ámbito de la IO. A través de estas conexiones, los dispositivos y activos pueden intercambiar datos.
Un ecosistema IoT se compone de dispositivos conectados capaces de recopilar datos, transmitirlos y actuar sobre ellos en tiempo real, lo que los convierte en una valiosa herramienta para las empresas que dependen de activos operativos de alto rendimiento. Mediante el uso de dispositivos o activos IoT y comunicaciones por satélite, las empresas pueden mejorar la eficiencia operativa, reducir costes y minimizar el riesgo de errores humanos.
En resumen, el IoT es un sistema de dispositivos interconectados que se comunican entre sí y con servidores centrales para recopilar y analizar datos y, a continuación, actuar en función de esos datos para tomar decisiones preprogramadas, como tomar el control de un determinado activo.
En entornos remotos o difíciles, las formas tradicionales de comunicación y gestión de activos pueden resultar complicadas debido a la ausencia de infraestructuras terrestres. Esto puede dar lugar a una falta de información en tiempo real, lo que puede afectar negativamente a las operaciones de una empresa. Con el control remoto IoT, que conecta dispositivos a través de un servicio por satélite fiable, las empresas pueden superar estos retos y acceder a datos y perspectivas valiosos.
Las capacidades de gestión remota de activos IoT también pueden ayudar a mejorar la seguridad de las operaciones empresariales. La necesidad de enviar equipos para recopilar datos y realizar el mantenimiento de los activos es menor o nula. Los entornos remotos y difíciles pueden presentar peligros reales, como condiciones meteorológicas o temperaturas extremas.
Además de la gestión de activos, IoT también puede respaldar una serie de funciones, entre las que se incluyen:
Dado que la gestión de activos IoT requiere que los activos estén conectados, es esencial disponer de una red por satélite sólida y fiable. Las comunicaciones por satélite ofrecen enlaces de comunicación seguros y fiables, lo que resulta crucial para las empresas que gestionan activos críticos. Por ejemplo, una empresa minera necesitará asegurarse de que sus equipos y maquinaria están en condiciones óptimas de funcionamiento, además de ser seguros.
Los datos de gestión de activos IoT transmitidos vía satélite están cifrados y protegidos, lo que garantiza la seguridad de la información confidencial. Además, las comunicaciones por satélite ofrecen cobertura mundial, por lo que las empresas pueden supervisar y controlar sus activos desde cualquier lugar del mundo.
El uso de la gestión remota de activos IoT proporciona una potente plataforma para las empresas que operan en entornos remotos o difíciles. Los servicios de comunicaciones por satélite proporcionan los enlaces de comunicación fiables y seguros que las empresas necesitan para gestionar sus activos de forma eficiente y eficaz.
Al aprovechar el poder de la gestión de activos IoT y las comunicaciones por satélite, las empresas pueden optimizar sus operaciones, reducir costes y minimizar el riesgo de errores humanos.